Que no te daría yo mi dulce amada,
si tu me diste una vida sin decir que estas cansada,
si me regalas los días, los besos, y tus miradas.
Que no te daría yo mi joven amada,
si cuando me enfado, sonríes como si nada,
si tus ojos son los míos, mientras me observas sentada,
Que no te daría yo dulce amada,
si cada gesto de tu cara es una estrella iluminada,
si tus labios son la fuente, donde bebo en tu morada,
Que no te daría yo joven amada,
si me demuestras cada segundo que sigues enamorada,
si cada noche contigo es una preciosa velada,
Que no te daría yo dulce amada,
si me llenas el corazón, como una flor halada,
si en cada latido siento que me amas desesperada,
Que no te daría yo joven amada,
si sufres tanto por mí, siendo tan sacrificada,
si tú cara aprietas en mi, cada noche en la almohada,
Que no te daría yo dulce amada,
si cada amanecer, me alegras la mañana,
si en las noches te observo tan bella cuando duermes relajada,
Que no te daría yo joven amada,
si cada te quiero tuyo, es una poesía soñada,
si cuando me dices te amo, una lagrima me resbala,
Que no te daría yo dulce amada,
no bastaría una vida, me parecería nada,
mi alma partiría, y por ti moriría,
Y aun así nada te daría, para devolverte todo,
todo lo que me has dado, nada lo alcanzaría,
porque eres justa conmigo, compañera, mi amor eterno,
Y aun cada día sigues, como la misma de antes,
con tu sonrisa de niña, y tus ojos de diamantes,
Que no te daría yo dulce amada
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